No siempre es así
Un diseño bonito es agradable de ver — y a menudo el punto de partida para un nuevo sitio web. Pero no todo diseño es automáticamente viable. O asequible. O fácil de mantener.
Como diseñadora web, no solo miro cómo se ve algo, sino sobre todo cómo se puede realizar técnicamente. ¿Un slider con una superposición de color diferente por imagen? ¿O cinco tarjetas distintas, cada una con sus propios márgenes y estilos? Se puede — pero entonces entramos en el mundo del desarrollo a medida. Y eso significa: más tiempo, más costes, más mantenimiento.
Lo que deberías saber como cliente:
- Un diseño que parece “simple” puede ser técnicamente complejo.
- Algunos elementos de estilo están integrados en sistemas como WordPress o Joomla con YOOtheme o Divi. Podemos aprovecharlos.
- ¿Quieres salirte de lo estándar? Puede que entonces se necesite código adicional. No pasa nada — siempre que sepas lo que eso implica en tiempo y presupuesto.
- Incluso pequeños cambios (“¿puede subir un poco ese bloque?”) pueden requerir más trabajo si se trata de personalización.
Mi consejo siempre es:
Empieza con un diseño base sólido, usa componentes existentes siempre que sea posible y consulta antes de enamorarte de un ejemplo de Pinterest. No tienes que elegir entre bonito y factible — pero ayuda entender el impacto de ciertas decisiones.
Preferimos construir algo bonito que funcione, que algo precioso que no lo haga.